Lo reconozco, soy muy pesado con este tema. Y sí, siempre que viajo a alguna gran ciudad visito la tienda Leica. Soy de esos que entra para preguntar aunque ya lo ha leído todo del producto en cuestión.
A la Leica se le llama máquina y no cámara porque para mí tiene más de objeto mecánico que de “gadget”.
Tampoco os voy a hablar de especificaciones técnicas, para mí no tienen sentido, son aburridas y ya hay muchos blogs de fotografía. Aquí estamos en Poppyns, y va de disfrutar de la pequeños placeres de la vida.
Estas máquinas no buscan megapixeles, ni “autofocus” súper rápido, ni efectos. Son totalmente manuales, exigen tiempo para preparar la foto. Claro, tiempo. Tiempo para pensar porqué quiero disparar esa foto, porqué quiero inmortalizar ese instante.

La serie M de Leica significa un tipo de cámaras muy específico. Son las telemétricas. Ups, un término raro. Nota: lo que continúa de párrafo puede ser aburrido, tienes la posibilidad de saltar al siguiente. Continuemos. Lo convencional (cámaras réflex) es que para hacer la foto uno mira por el visor y la imagen que se forma es a través de lo que pasa por el objetivo. Con las M no ocurre lo mismo. Aquí el visor es exento al objetivo y hay un mecanismo mecánico de espejos que cuando los mueves se ajusta el foco en el punto de la escena que quieres. Complicado de explicar, fácil de usar.

Bueno, pues este sistema y serie de cámaras empezó en 1954 con la Leica M3 y han continuado haciéndolas prácticamente igual hasta la actualidad. Para mí son objetos de gran belleza industrial (si, la belleza industrial existe) y además un chillido contra la obsolescencia programada (quizá vayamos a este tema en un artículo). Los objetivos de estas máquinas continúan sirviendo desde hace ya 70 años. Esto es un acto de responsabilidad empresarial para con los clientes, darles la capacidad de continuar usando sus equipos de manera indefinida y alargar el ciclo de vida del producto.


Me fascina la filosofía que Leica aplica en un mundo tan competitivo como el actual. En lugar de hacer mejoras y mejoras; y añadir nuevas funciones a la cámara, que nadie usa y que son, para mi, un auténtico peñazo, ellos siguen con las tres variables de toda la vida: (i) apertura (lo manipulas en el objetivo y es la cantidad de luz que entra), (ii) velocidad e (iii) ISO (sensibilidad). Este último término se arrastra de las sensibilidades de las películas de los carretes.


Pues bien, además de esa filosofía tan austera en funciones, lo que hacen mejor que nadie es construirlas con los mejores materiales: metal, cristal, piel. Todo materiales nobles. Su método hacer el mejor producto posible y luego ponerle el precio, no al revés.

Otra cosa que me parece maravillosa, es que están fabricadas en Alemania y que la empresa lleva funcionando desde 1907. Hemos perdido tanto en Europa, tantas manufacturas que cuando una permanece con estos estándares de calidad es digna de admiración.
La mayor parte de la producción son cámaras digitales, pero hace 4 años decidieron fabricar una analógica. Este hecho es bastante insólito y es que creo que es la única empresa a nivel mundial que vende cámaras nuevas analógicas.
Personalmente no soy un gran fotógrafo sólo un aficionado. Me gusta la fotografía analógica por sus perfectas imperfecciones. Mi próxima adquisición si todo va bien será una Leica M-A.