Soy muy de investigar la vida de gente. Personajes particularmente. Lo que compone a un personaje que me llame la atención son tres cosas: originalidad, valor y pasión.
Ahora no recuerdo muy bien cuándo nació ese instinto investigador en mí, pero recuerdo que se agudizó durante mis años universitarios. ¿Por qué? Sencillamente porque en la universidad nos marcaron un camino muy claro, muy rígido, con un patrón extremadamente similar para todos. Me negaba, me negué y me niego. Recuerdo acudir a mis padres y enseñarles esas otras vidas de personajes que habían conseguido vivir, trabajar y disfrutar de la vida al cien por cien.
Este es el caso del personaje de esta primera entrega, mi primera intervención en Poppyns magazine.
Jonathan Weiss es un norteamericano cuyo recorrido personal y profesional me impresiona. Estudió Ciencias políticas y relaciones internacionales; y Derecho internacional en Princeton y la London School of Economics respectivamente. En lugar de seguir el camino “sencillo” marcado por las salidas profesionales lógicas, decidió crear una productora de video. Él vivía en NYC en un gran loft que utilizaba de casa y estudio de grabación.
Cuenta que su técnico de sonido le invitaba a ir a la casa familiar situada en una zona rural de Pensilvania. En una de esas visitas, un amigo de su amigo les ofreció dar un paseo para enseñarles una construcción impresionante que estaba abandonada.
Era una antigua casa-molino que llevaba desde 1.900 sin uso. Cuenta Weiss que estaba “pelao” porque lo había invertido todo es su última película. Pero dice que al verla sintió la necesidad de hacerse con esa gran construcción de piedra y madera que estaba oculta por una densa vegetación.Al entrar en esa basta casona sabía que tenía un problema y es que había encontrado su nuevo camino. Pensó que era el espacio ideal para crear, junto con su técnico equipos de sonido. Al fin al cabo se había enamorado de esa construcción: grande, con paredes de piedra y sin vecinos.
Arrancaron el proyecto, comenzaron a comprar material de sonido en cines que estaban renovando sus equipos, yendo a las fabricantes y pidiendo ayuda a antiguos empleados de esas manufacturas. Estaban reformulando un nuevo concepto de sonido, de alta fidelidad. Basándose en esos equipos de la edad dorada del audio, se adentraron poco a poco en la industria. Como nota aclaratoria, la alta fidelidad no es nada más ni nada menos que intertar reproducir lo más fielmente las grabaciones de audio a través de equipos de música.
Aquí hay mucha literatura en internet, el problema es que si abres la caja te llevará muchas, muchas horas encontrar tus conclusiones. La técnica más sencilla es, escucha varios equipos y quédate con el que a tu gusto mejor suene.
Como segunda nota aclaratoria sólo apta para freakis, decir que el sonido funciona a pérdidas no a ganancias. El recorrido de la música tiene que ser lo mejor para que tus oídos escuchen la calidad. El recorrido sería: Calidad del Streaming (Spotify, Tidal…), CD, Vinilo, Amplificador, cables y altavoces. En cada paso se pierde algo, no se añade. Así que a mayor calidad de componentes más fidelidad del sonido.
Salvado el anterior párrafo, volvemos a los personajes. Siempre digo que la pasión y un poco de desconocimiento son los elementos necesarios para encender la chispa de cualquier negocio/proyecto. Así es como arrancaron su negocio, OMA. El nombre, antes de que se me olvide, hace referencia a la casa-molino, Oswald Mill, Jonathan añadió el Audio, OMA.
Al igual que muchos emprendedores/empresarios, Jonathan entró en la industria de forma inesperada. Cuenta que cuando fue a la primera feria de sonido vio que los equipos de competidores eran feos, hechos sin cariño y con un sonido demasiado plano. Él hacía cosas totalmente distintas, basta con que veáis las fotos del artículo para entender a lo que me refiero.
Lo que compone a un personaje que me llame la atención son tres cosas: originalidad, valor y pasión.
Lo bonito de esta historia es que, con la actividad de su empresa, ha reactivado una industria local que casi había desaparecido. Actualmente está utilizando artesanos, talleres y materiales de la zona para crear sus equipos de música.
Tiene un showroom en NYC, en la zona de Dumbo (enlace al sitio web). Yo no he estado pero, si algún agraciado lector va próximamente a la gran manzana, sería una experiencia interesante.
