Quizá a algunos os suene el nombre de Alessandro Squarzi, pero esto no es un examen, sólo una reseña sobre una persona que ha sabido generar un estilo e identidad propia en el mundo de la moda a una edad en la que la industria te deja fuera de juego.
Un señor, un gentleman, un tipo auténtico. Cada cuál que vea, juzgue o mejor que todo lo anterior, disfrute y aprenda.
Volviendo a nuestro personaje de hoy, Alessandro Squarzi es un señor italiano de 56 años. Hoy más que nunca sirve de referencia para los apasionados del buen vestir.
Le conocí en internet a raíz de Scott Schumann (creador del blog The Sartorialist, uno de los primeros sites cuyo objeto no era otro que retratar el street style). Scott recorría y recorre las principales capitales de la moda, desfiles y pasarelas fotografiando a la gente que concurre en ellas; pero también a aquellos con los que se cruzaba en el camino y considera originales.
Schumann empezó a coincidir con algunos de estos apasionados del buen vestir y fue solidificando esas relaciones que se cristalizaban en una reunión anual en petit comité.
En uno de estos meetings grabados me fijé en tres personas por su estilo y carisma: un japonés, un italiano y un español (de este hablaremos quizá en otro artículo).
Alessandro era y es ese italiano de elegantes maneras e impecable atuendo. Una forma de vestir auténtica y original. No a la moda. Una mezcla entre la Ivy League Style y la Sprezzatura Italiana. Combinaciones de piezas vintage con nuevas de una manera original y natural. Combos perfectos donde los mocasines, tejanos, camisetas y americanas funcionan de manera natural.
Después de un estudio visual de su personaje en Instagram continué indagando como había llegado a domar el misterioso arte del buen vestir. Alessandro lleva 35 años en el negocio de la ropa con servicios de representación de marcas, distribución a retailers de todo el mundo y la creación de dos marcas propias AS65 y Fortela.
Y es que este señor es un pozo sin fondo del estilo y buen gusto. En un vídeo (que pongo un poquito más abajo) le preguntan “¿Qué colecciona usted?” A la que responde con pasmosa calma “Fondamentalmente tutto”. Podría parecer una coloquial vacilada, pero no lo es. Para él (y desde aquel momento también para mí) cualquier acto de compra se transforma en un acto de coleccionismo implicando, por tanto, un análisis de la pieza, la marca que hay detrás, el diseño funcional, la estética y su verdadero valor (valor y precio no siempre coinciden).
Esta apreciación no sólo es sensata desde el punto de vista ecológico sino que también reporta mayor felicidad. Sólo apreciando y filtrando cada pieza que compramos podemos definir nuestro estilo. Quizá sea repetitivo y aburrido pero…. compra menos pero mejor. Lo agradecerá tu bolsillo, el planeta y financiaras buenas marcas, buenos productos, buenos retailers.
Si has llegado hasta aquí te lo agradezco. Como recompensa te diré que si vas a Milán puedes visitar una pequeña tienda que tiene Squarzi con una síntesis de sus prendas favoritas Via Melzo, 17, 20129 Milano.
Grazzie Mille! Ciao!
