Bolsas de tela blanca con pasta y garbanzos junto con dos ajos. Poppyns Magazine

Alimentación y sostenibilidad

Redacción
Diana Pina

Las decisiones que tomamos sobre qué, dónde y cómo nos alimentamos tienen un impacto directo en el medio ambiente, ya que la alimentación es algo imprescindible y que, además, hacemos diariamente.

Por tanto, está en nuestra mano producir un cambio.

La alimentación sostenible “es aquella con bajo impacto ambiental que contribuye a la seguridad alimentaria y a una vida saludable para las generaciones presentes y futuras. Protege y respeta la biodiversidad de los ecosistemas, es culturalmente aceptable, accesible, económicamente justa y asequible. Busca optimizar los recursos naturales y humanos”. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 2010).

¿Qué podemos hacer para que nuestra alimentación sea más sostenible?

Te propongo unas acciones para poner en práctica.

Priorizar el consumo de alimentos de origen vegetal al de origen animal.

Informes de la FAO y de la ONU advierten que la ganadería es la responsable de parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero como son el metano y el óxido nitroso, que ejercen un papel directo en el calentamiento global.

Por otra parte, conforme aumenta la explotación ganadera, mayor es la deforestación para el uso de tierras destinadas a la producción de los piensos. Tal producción también conlleva una mayor demanda de agua, fertilizantes, combustibles, etc. El excesivo uso de los fertilizantes sintéticos (nitratos), así como los excrementos de los animales son una de las principales fuentes de contaminación de los acuíferos. Además, dicha producción de piensos requiere grandes demandas de agua, reduciendo así los recursos hídricos.

No quisiera hacer apología de que no se consuman alimentos de origen animal, pero sí me gustaría lanzar el mensaje de que se fomente más el consumo de alimentos de origen vegetal, ya que su producción es mucho más sostenible.

Reducir el consumo de plástico.

Cada año, se vierten al mar unos 8 millones de toneladas de plástico, de las cuales el 70% se queda en el fondo marino y tarda en degradarse unos 500 años. Esto daña a la biodiversidad del mar y pone en peligro la vida de los animales ya que pueden ingerirlos y morir.

Podemos llevar a cabo algunas acciones cuando hacemos la compra, como por ejemplo utilizar bolsas de tela o recipientes reutilizables (también podemos intentar comprar a granel y llevar nuestros envases). Intentemos comprar alimentos que no estén envasados en plásticos (he llegado a ver una mandarina pelada envasada). Cuando compremos en la sección de frutas y verduras, podemos colocar las piezas sin embolsar o al menos embolsar solo cuando sea imprescindible. En este sentido, los supermercados deberían pesar los productos en caja para no forzar al consumidor a embolsarlos por separado.

Bolsa de tela de rejilla con limones en su interior. Poppyns Magazine

Disminuir la huella ecológica.

Esto hace referencia a la cantidad de alimentos que desechamos. Para evitarlo será esencial ir a la compra con una lista para ver qué necesitamos realmente y no comprar de más. Es importante la planificación de las comidas para aprovechar los alimentos que tenemos en la despensa y que no caduquen. Por último, si te sobra comida, ¡guárdala! Seguro que puedes aprovechar las sobras para preparar alguna receta.

Comprar local y de temporada.

En 2008 se aprobó una ley que exige que en el etiquetado de los alimentos indique el país de origen. Consumiendo productos locales apoyas a la economía de tu comunidad. Además, evitas los transportes de alimentos desde otros países reduciendo tanto la contaminación por el combustible como el excesivo uso de embalajes.

Exigir sostenibilidad en el supermercado.

Existen certificados que premian a los supermercados por las buenas prácticas en lo que se refiere a la sostenibilidad como el IPS (Instituto de la Producción Sostenible). Puedes informarte de esto y fomentar tu compra en ese supermercado.

Bolsas de tela blanca con pasta y garbanzos junto con dos ajos. Poppyns Magazine

Compra pescado sostenible.

Comprueba en la etiqueta si tiene el sello MSC. Esto significa que han sido pescados con técnicas sostenibles distintas a la de arrastre, la cual destruye los fondos marinos. En casa, podemos aprovechar el calor del horno para hacer otra preparación, disponer los alimentos en la nevera de la manera adecuada y hacer un uso responsable del agua y de los fuegos de cocina. Y por supuesto, aplicar la regla de las tres R;

REDUCE, RECICLA Y REUTILIZA.

Es indiscutible que estamos sobreexplotando los recursos de nuestro planeta, no son eternos. Hay que darle un respiro. Os invito a reflexionar con esta cita del escritor Eduardo Galeano;

“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

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