El romántico gesto de echar una carta al buzón está desapareciendo…¿o tal vez no?
Sinceramente, hace mucho que no entra una carta personal en mi buzón. El pobre comecartas está lleno de polvo y hojas y lo cierto es que ni me molesto en abrirlo cada día para ver qué ha llegado. ¿Por qué pasa esto? Porque sé que no ha llegado nada interesante, tan solo facturas, publicidad y ofertas, y eso, a mí por lo menos, no me emociona nada.
El correo electrónico se ha cargado por completo el uso del correo postal pero, ¿y si te digo que puede que este antiguo método de conexión podría volver a ponerse en circulación? En un momento en que lo queremos todo inmediato, rápido y gratis, peligran las cartas escritas a mano, con su coste y sus varios días de envío.

Hace unos días se pusieron en contacto conmigo las chicas de Better by Letter, una pequeña empresa guerrera que se ha empeñado en que mandar cartas mola y que vale la pena invertir tiempo en escribir de tu puño y letra una carta para tus personas favoritas.
Lo cierto es que se lo han montado bien para darle una vuelta al concepto de escribir, que tal vez pueda parecer aburrido a las generaciones más jóvenes, esas en que lo inmediato es un modo de vida. Lo han hecho a golpe de buen packaging, gusto y cariño por los detalles (como todo lo que me gusta, vamos). El hecho es que me hizo reflexionar sobre este antiguo método de comunicación.

Creo que todas y todos estaremos de acuerdo en que encontrar una carta manuscrita en el buzón es algo más emocional que el hecho en sí de recibirla. La sorpresa, la ilusión, el sobre, el sello, los datos escritos a mano, el papel emborronado…creo que nos entusiasma tanto porque desprende dedicación por todos lados. Cuando recibimos una carta no sólo recibimos un mensaje. Nos está haciendo llegar la energía y el tiempo de otra persona.
Hoy existen una cantidad infinita de materiales para hacer que la carta sea excepcional. Papeles rugosos y con textura, sobres metalizados, postales ilustradas…y si nos venimos arriba podemos hacer encargar nuestro propio lacre para sellar los sobres. Las posibilidades de hoy son casi ilimitadas y accesibles para poder sorprender a nuestro destinatario. Y oye, si no quieres o no puedes invertir en papeles especiales no importa, con un sobre normal y una carta escrita a bolígrafo estoy segura de que seguirás creando el mismo asombro. Porque lo importante es, como siempre, la intención que le ponemos a las cosas.
Pero, ¿realmente tienen futuro las cartas en papel o finalmente se extinguirán? Pues eso, mis más estimados lectores, me temo que sólo puede depender de nosotros. Si queremos seguir recibiendo cartas escritas creo que el primer paso es haciendo girar la rueda nosotros mismos. Navidad es el momento perfecto para hacer llegar una bonita postal, así que os invito a ayudar a renacer este romántico método de unión entre las personas.
Sinceramente, vuestra Gisela Talita.
Productos Better By Letter en Poppyns
Contiene:
3 Sobres de colores tamaño postal
3 sobres de colores tamaño cuartilla
6 postales ilustradas
12 hojas de escritura
2 hojas de stickers
1 rotulador de tinta blanca para sobres