Posidonia valenciana

REDACCIÓN
Emilio Beladiez

Como ya sabréis soy científico marino de formación, aunque siempre me he dedicado al voluntariado y a la organización de actividades de educación ambiental. He empleado varios años formándome en temas como la oceanografía descriptiva, la mecánica de fluidos y la botánica marina. Pero lo más importante es que me ha permitido ver cosas alucinantes donde otras personas solo veían agua o arena.

La Posidonia mediterránea es una planta marina, aquí empezamos con las novedades ya que muchas personas se refieren a ella como un alga porque vive en el mar. Estas angiospermas, — se llaman así porque se reproducen con semillas como las flores de nuestros balcones y jardines — son un indicador increíble de la calidad de las aguas. Cuanta más Posidonia, mejor calidad de agua. Sin embargo en Valencia hace años que no tenemos presencia de esta planta y eso es indicador del castigo que ha sufrido nuestra parte de mar con las intervenciones urbanísticas y portuarias de los últimos años. Aunque no está todo perdido, en la zona de Alicante siguen existiendo praderas de Posidonia que juegan un papel muy importante en la recuperación de la especie y se puede volver a reintroducir en nuestras costas.

Otra de las maravillas de esta planta es la cantidad de vida que alberga a su alrededor, puede llegar a generar 50m2 de biodiversidad por cada metro cuadrado de pradera. También aprendí que las absorbancias del agua de mar son las encargadas de que nuestra agua marina absorbe las longitudes de onda de la luz que representan el color rojo y el amarillo y reflejan el verde y el azul, por eso vemos el agua con estos colores. Además, la posidonia mediterránea aporta a esta ecuación de colores un tono turquesa muy reconocibles en las aguas de las Islas Baleares donde esta planta también está presente.

Los peligros que acechan a la Posidonia mediterránea son muchos, pero sobre todo es el desconocimiento de su valor ecológico. Si navegáis en zonas donde hay poblaciones de estas angiospermas no tiréis el ancla en la pradera, tened ojo y puntería para no dañarla porque estaréis impactando en gran medida el resto de vida a su alrededor, además que una planta madura tarda hasta dos siglos en recuperarse.

Una de las acciones que ha sido muy común es la retirada de los arribazones, que serían las hojas secas y las raíces de la planta cuando llegan a nuestra costa, y esto es parte vital del ciclo natural del ecosistema litoral. La playa necesita ese aporte de materia orgánica para aportar nutrientes y para generar vida, además nos ayuda a que nuestras playas aguanten los temporales porque ayudan a fijar el sedimento y ahorra millones de euros a los ayuntamientos que cada año intentan poner las playas bonitas con sedimentos de gravillas sin nutrientes.

Tengamos cuidado en el mar y actuemos con conocimiento porque si no lo hacemos nunca volveremos a tener posidonia valenciana.

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