SOP y alimentación

REDACCIÓN
Diana Pina

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un desajuste de las hormonas reproductivas femeninas muy frecuente que afecta aproximadamente al 5-20% de las mujeres en la edad fértil. Este desajuste causa problemas en los ovarios, los cuales son los encargados de producir los óvulos que se liberan cada mes como parte del ciclo menstrual regular. Cuando una mujer padece SOP, el óvulo no se va a desarrollar de la manera adecuada o no se va a desprender durante la ovulación. Es de origen multifactorial con diferentes signos y síntomas.

¿Cuáles son los signos y síntomas del SOP?

  • Infertilidad: dificultad para quedarse embarazada. De hecho, el SOP es una de las causas más comunes de la infertilidad de la mujer.
  • Aumento de peso o dificultad de perder peso debido a una resistencia a la insulina y por ello, dificultad en metabolizar azúcares.
  • Oscurecimiento de la piel: se produce concretamente en la ingle, debajo de los senos y en los pliegues del cuello.
  • Papilomas en la piel: pequeños bultos en las axilas o cerca del cuello.
  • Aparición de acné. Sobre todo, en la cara y en la parte superior de la espalda.
  • Hirsutismo: aparición de mucho vello en la cara, la barbilla o partes del cuerpo donde los hombres suelen tener vello. Esto afecta al 70% de las mujeres que lo padecen.
  • Caída del cabello y aparición de calvicie propia de los hombres.
  • Desarrollo de pequeños quistes en el ovario.
  • Ciclo menstrual irregular.

El National Institute of Health (NIH) y el consenso de Rotterdam definieron que para considerar el síndrome de ovario poliquístico (SOP) se deben cumplir dos de los tres criterios siguientes:

  • Ausencia del ciclo menstrual.
  • Aumento de las hormonas masculinas y sus manifestaciones como hirsutismo, acné y/o alopecia.
  • Quistes en los ovarios.

El tratamiento debe de ir enfocado a corregir estas alteraciones metabólicas (resistencia a la insulina), prevenir patologías de riesgo como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc. y a conseguir un peso saludable. A continuación, vamos a ver cuáles son las recomendaciones nutricionales que ayudan a mejorar:

  1. Aumentar la ingesta de alimentos ricos en omega 3: semillas de lino y chía, nueces y pescado azul.
  2. Usar condimentos en las preparaciones como la cúrcuma (acción antiinflamatoria) y el jengibre.
  3. Priorizar los alimentos de origen vegetal a los de origen animal.
  4. Consumir diariamente grasas saludables: aguacate, frutos secos, semillas, aceite de oliva extra, etc.
  5. Fomentar una alimentación baja en hidratos de carbono. Los que se consuman deben de ser en su versión integral y de carga glucémica baja (verduras, legumbres, fruta entera, etc.).
  6. Reducir el consumo de azúcares libres (dulces, zumos, galletas, etc.) y de alimentos ultraprocesados.
  7. Evitar el consumo de alcohol.

Otras recomendaciones a tener en cuenta son: el buen manejo del estrés mental (ansiedad, estrés laboral, etc.), evitar el estrés energético (alimentación muy baja en calorías y estricta), descanso de calidad y la práctica de actividad física con una frecuencia de al menos 3 veces a la semana donde se incluya deportes de fuerza y de resistencia.

Por último, valorar la toma de suplementos en los que se sugiere una mejora de los síntomas. Estos son myo-inositol, vitamina D, picolinato de cromo y omega 3.

El control del SOP debe de ser individualizado y personalizado. El médico por su parte hará un seguimiento con pruebas clínicas y con un control de analíticas y el nutricionista ayudará con la planificación y el enfoque de la alimentación.

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