Una ciudad más amable y con menos humos

Día Mundial de la Bicicleta

REDACCIÓN
Carlos Ferrando

Con casi 44 años y habiendo recorrido un camino de 8 años con CLOSCA, recuerdo muchas veces la naturalidad con la que decidí, en el año ’96, desplazarme en bicicleta por Valencia: una ciudad llana donde la mayor parte del año no llueve. Era un chico de pueblo que venía a vivir a la ciudad y no entendía cómo la gente prefería desplazarse en coche o moto cuando la bici era mucho más cómoda, práctica y económica. Era tan inusual que incluso mis amigos llegaron a llamarme “el vagabundo”. 

Hoy, Valencia vive el sueño de una transformación hacia una ciudad más amable y con menos humos. Una urbe que atrae a personas con talento de todo el mundo y que se ha convertido en una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo.

Si echamos la vista hacia atrás (pero poco), muchos se acordarán que el proyecto inicial del parque que ahora vertebra Valencia, iba a ser una autovía de unión entre el aeropuerto y el puerto. Casi todos los días lo disfruto de camino a la oficina en bici y no puedo imaginarme cómo sería la ciudad sin el Parque del Río Túria.
Pero ¿es aquí donde acaba la transformación de una ciudad? ¿Y si las grandes avenidas fueran también parques? ¿Y si nos centramos en el ciudadano como peatón o usuario de bicis y patinetes?

Con ese sueño en mente y con la idea de aportar valor a este cambio social surgió nuestro proyecto #CitiesWithSoul. En Closca pensamos que la crisis climática que vivimos es en realidad una crisis social y de hábitos y, por ello, quisimos utilizar una herramienta tan potente como el diseño para facilitar este cambio de conciencia que necesitamos.  

Nuestra colección de cascos de diseño nació para hacer de nuestros usuarios embajadores de estas nuevas ciudades, y utilizar nuestros productos como símbolo de cambio. Gracias a socios como Culdesac creamos una nueva categoría de cascos que se aproximaban más a un accesorio de moda que a un producto deportivo. Y que, además, se pliegan y reducen su volumen hasta el punto de poner meterlo en la mochila o el bolso. 

Desde 2016 nuestros cascos han obtenido premios tan relevantes como el Red Dot Design o el Delta de Oro. Pero además, se venden en tiendas tan icónicas como MoMA, Pompidou, V&A, Conran, Poppyns… e incluso en la tienda del museo Guggenheim de NY. Este icónico edificio fue el que inspiró nuestro casco y es un guiño precioso que se venda en él – parientes modernos 🙂

Casco Helmet Fuga – Museo Guggenheim de NY

Desde el inicio del proyecto Closca hemos mantenido la misma actitud: esforzarnos por sumar a la sociedad. Y lo hacemos a través del diseño de productos y servicios que ayuden a crear una red de embajadores del cambio.

Un cambio para afrontar los grandes retos a los que nos enfrentamos, como #MyLastPlasticBottle que busca dejar en el pasado las botellas de agua de un solo uso que casi nunca llegan a reciclarse. Para ello no solo hemos creado una nueva categoría de producto con nuestras botellas sino que hemos desarrollado Closca Water App. Una aplicación móvil gratuita que facilita encontrar sitios donde recargar cualquier botella de agua y premia a aquellos que consiguen hacer obsoleto el hecho de beber agua con residuo plástico. 

Nosotros formamos a las ciudades, y luego las ciudades nos forman a nosotros.

Jan Gehl – Arquitecto
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