Ilustración de chica sentada descalza en un sillón de rallas, vestida con un mono y una camiseta de cuello vuelto con estrellas, un ordenador en las piernas y una taza de café en la mano y a su espalda un mural de texto: trabajar, virus, cocinar, niños, videollamada, pasear al perro, hacer la compra online, dormir, jugar con los niños, hablar con tu jefe, ser creativa. Poppyns Magazine

Cómo trabajar desde casa y tenerlo bajo control

Redacción e ilustración
Gisela Talita

Como autónomo que llevo trabajando desde casa muchos años, comparto algunas de mis rutinas para que lleves mejor esta nueva etapa de teletrabajo.

El reciente estado de alarma generado por el Covid19 ha hecho que muchos de vosotros tengáis que intercambiar vuestro escritorio de oficina por la mesa del comedor. El salón de pronto es un espacio indefinido donde, además de ver HBO y cenar, ahora envías emails a tu jefe y trabajas con la Excel, y posiblemente sientes que no avanzas o peor, que no te apetece hacer nada.

Y es que trabajar desde casa es complicado y requiere de mucha disciplina. Cuando vas a trabajar a una oficina, has conducido o cogido el transporte público para llegar allí y eso ayuda a nuestro cerebro a concentrarnos y de la misma manera a desconectar cuando volvemos a casa. Pero cuesta mucho hacerlo cuando nuestro recorrido no va más allá del dormitorio al salón, pasando por la cocina (y así en círculo durante todo el santo día).

Ilustración de chica sentada descalza en un sillón de rallas, vestida con un mono y una camiseta de cuello vuelto con estrellas, un ordenador en las piernas y una taza de café en la mano y a su espalda un mural de texto: trabajar, virus, cocinar, niños, videollamada, pasear al perro, hacer la compra online, dormir, jugar con los niños, hablar con tu jefe, ser creativa. Poppyns Magazine

Trabajo desde casa desde que empecé a dedicarme a la ilustración. Me gusta trabajar desde casa, mucho. Organizar mi propio tiempo y proyectos, disfrutar de la soledad, hacer mis breaks para prepararme una buena comida y poner la música al volumen que me apetezca. Aunque también tiene sus partes negativas de las que me imagino que os estaréis dando cuenta todos ahora: la soledad, el aislamiento, echar en falta pertenecer a un grupo de trabajo, la autogestión, y en definitiva sentir que vives en el día de la marmota continuamente (y más ahora que las salidas de casa son muy limitadas).

Y es que trabajar desde casa es complicado y requiere de mucha disciplina.

Así que voy a compartir con vosotros un poco de mi (escasa) sabiduría laboral para ayudaros a combatir, dentro de lo posible, la dura tarea del teletrabajo.

TIP UNO: MANTÉN TU HORARIO (pero sin horas extra)

Establécete un horario al que ceñirte. Aprovecha que ahora trabajas en casa para hacer ese horario que te gustaría tener pero intenta no hacer horas de menos ni de más. No caigas en el ‘cuando acabe esto paro’ porque probablemente eches así unas horas extra que no deberías. Y es que ceñirte a un horario concreto te ayudará a ser más efectivo y no sentirás que los días y el trabajo se entrelazan. Lo que yo hago es levantarme sobre las 8, desayuno muy tranquilamente, organizo la casa, paseo a mi perro y me siento sobre las 9.30h.

TIP DOS: VÍSTETE

Durante estos días veo que la gente me dice que no se quita el pijama ni la bata, ¡gran error! Vestirse estimula a tu cerebro para que se ponga en modo ON, de la misma manera que hace que volver a ponerte el pijama te ayude a desconectar y relajarte (¡no te prives del gusto de ponerte el pijama por la noche!).

TIP TRES: COMER SANO Y SIN MIRAR A UNA PANTALLA

‘Ojalá tuviera tiempo para cocinar más’. Pues resulta que estamos viviendo una nueva oleada de cocina casera (y de compartir lo que cocinamos) gracias al aislamiento por el coronavirus. ¡Pero no caigas en comer ese pan casero delante del ordenador! Hay que saber despegar la vista de la pantalla más que nunca estos días.

TIP CUATRO: MÓNTATELO BIEN

Prueba diferentes rutinas hasta que encuentres la que mejor te funciona a ti. Si con 4 horas de trabajo cumples con los objetivos, aprovecha para hacer otras cosas que en otra situación no podrías (aunque sea no hacer nada). Mi último consejo es que si tenéis la suerte de poder trabajar en una habitación cerrada (esa que llamáis ‘estudio’ pero que siempre está la ropa amontonada de la plancha) os lo acondicionéis bien y bonito, y lo más importante, que cuando acabéis de trabajar, cerréis la puerta hasta la mañana siguiente.

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