Supongamos que odias la publicidad, que aprovechas los anuncios para ir al baño y que te cabreas muy muy fuerte cada vez que te salta un banner en Youtube. Entonces tienes que leer esto.
Llevo casi quince años en el mundillo de la creatividad publicitaria, y todavía me emociono con una buena campaña. Entiendo que a la inmensa mayoría no le ponga tanto como a mí, y menos con esos anuncios de electrodomésticos y quita-manchas cutres que nos van arrebatando lentamente las ganas de vivir. Pero descuida, estoy aquí para abrir tu mente, y la mejor baza que traigo es hablarte de ACTIVISTA, una nueva agencia de publicidad que, curiosamente, no hace publicidad. Al menos no la publicidad en la que estás pensando.
El nombre ya dice mucho, o todo. ACTIVISTA nace en Los Ángeles, California, impulsada por Paco Conde y Beto Fernández. Dos directores creativos, atiborrados de premios y de talento, que atesoran en su portfolio algunas de las campañas más notorias de la historia reciente de la publicidad. Y no lo digo sólo yo, según la revista Forbes se encuentran entre las personas más creativas del mundo, ahí es nada. Ellos tuvieron una visión: fomentar el rol social de las marcas, poniendo a su servicio diferentes colectivos y mentes brillantes de todos los rincones del globo.
“Extraordinary ideas for extraordinary times” dicen. Y así lo hacen. Entre sus principales campañas (unas que SÍ te gustará ver) están “Immortal Fans”, que promueve la donación de órganos entre aficionados del mismo equipo, para que sus corazones sigan latiendo con la misma pasión incluso después de la muerte; #SameTeamJersey, una iniciativa pensada para visibilizar y apoyar al colectivo LGTBI durante las celebraciones del Orgullo y del Mundial de Fútbol de Rusia; o “Tattoo Skin Cancer Check”, un programa de formación para profesionales del tatuaje que contribuye a la rápida detección del cáncer de piel entre sus clientes.
¿Será esta la nueva forma de hacer publicidad? Bueno, todo cambia demasiado deprisa. Lo que está claro es que los nuevos mercados requieren nuevas soluciones, y ACTIVISTA es sólo un ejemplo de lo que la publicidad, la buena publicidad, puede aportar. Por encima de las empresas y de sus productos, la publicidad es, sencillamente, una vía de diálogo entre las personas y las marcas. Hay algunas que no dicen mucho y otras que tienen grandes historias que contar. No está de más escucharlas. Quédate con esas campañas que te hagan reír, o llorar, o cuestionarte cosas. Retén únicamente aquellos titulares que contengan algo útil y relevante para tu vida. Busca esos anuncios que no sólo venden productos, sino emociones susceptibles de transformar la sociedad. En definitiva, te animo a reflexionar sobre esta otra forma de entender mi trabajo que, aunque quizá no baste para enamorarte, es mil veces más sexy que cualquier anuncio del montón.
