La piel es el mayor órgano del cuerpo, cubre casi 2 metros cuadrados y constituye casi 1/6 del peso corporal. Tiene muchas funciones como son la protección frente a agresiones externas, producción de vitamina D, impermeabilización y defensa inmunológica de microorganismos. Además, es esencial para mantener el balance hídrico del organismo.
Existe una relación muy estrecha entre la salud de la piel y una alimentación equilibrada: un mal patrón alimentario puede perturbar su equilibrio.
El envejecimiento cutáneo es un fenómeno biológico que se produce por dos factores: el envejecimiento intrínseco determinado por la genética, la pérdida de estrógenos y por el estilo de vida (estrés, falta de sueño, tabaquismo, etc.) donde incluimos la alimentación y el envejecimiento extrínseco, causado sobre todo por la exposición al sol. Todo ello produce una disminución de los componentes de la piel (colágeno y elastina) favoreciendo la aparición de las arrugas.
Vamos a ver cómo los hábitos alimentarios repercuten de manera negativa en la salud de la piel:
1. Consumo habitual de alcohol
Se relaciona con la disminución del colágeno y además es proinflamatorio (estimula la liberación de una sustancia llamada histamina) por lo que agrava las lesiones cutáneas como los granitos o erupciones. ⠀⠀⠀
2. Consumo alimenos ultraprocesados
(alimentos ricos en grasas de baja calidad, azúcares simples, harinas refinadas y ricos en sal) se relaciona con la formación de unos compuestos que inhiben la producción de algunas proteínas, entre ellas el colágeno y la elastina. Además, favorecen la aparición del acné. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀
3. Consumo alto de azúcares simples
(bollería, zumos, lácteos azucarados, etc.) favorece un fenómeno llamado “glicación de las proteínas”, lo que conlleva una disminución del colágeno. También se relaciona con el sobrepeso y la obesidad, lo cual influye en la salud de la piel: la capa superficial llamada dermis se engrosa y puede aparecer acné.
Si eres de los que sufre acné, siento decirte que no existe una dieta anti-acné como tal, pero sí hay evidencia de alimentos que pueden favorecer su aparición o que agravan el problema. Una alimentación rica en lácteos (leche, yogur y queso) se asocia con la liberación de una sustancia (IGF-1) que aumenta la producción de sebo y en consecuencia del acné. El consumo de carne también produce esta sustancia y, además, se relaciona con la secreción de hormonas andrógenas por lo que estimula la aparición de acné. Por último, alimentos con alto índice glucémico como harinas refinadas y azúcares simples (galletas, zumos, chocolate con leche, etc.) también lo favorecen.
Entonces, ¿qué alimentos debemos consumir para tener una piel con un aspecto más saludable? Los alimentos ricos en antioxidantes son los que van a ayudar a mejorar el aspecto de tu piel.
Beta-caroteno o Vitamina A: presentes en verduras y frutas de color anaranjado como zanahoria, calabaza, tomate, pimiento y melocotón. ⠀⠀⠀
Vitamina C: brócoli, pimientos, melón y cítricos como naranjas, fresas y kiwis.
Vitamina E: frutos secos, semillas (chía, pipas de girasol, etc.), verdura de hoja verde y alimentos fortificado.
Flavonoides: arándanos, bayas, frutos rojos como fresas, frambuesas, moras, cerezas y derivados de la soja y el té.
Selenio: nueces de Brasil, semillas, pescados y mariscos. ⠀⠀
La conocida grasa saludable omega3 presente en el pescado azul, las nueces y las semillas, actúa como antiinflamatorio de las membranas celulares. ⠀⠀⠀⠀
No debemos olvidarnos de la hidratación, bebe suficiente agua durante el día e incluye alimentos acuosos como frutas y verduras en tu alimentación diaria. La piel se hidrata desde dentro.⠀⠀
Lo más importante es un buen patrón alimentario rico en frutas, verduras, proteínas de calidad, grasas saludables y antioxidantes.
Y por supuesto, ¡no te olvides de ponerte protección solar!
